Análisis

Análisis de Unruly Heroes

Mucho más que un juego mono

Colores, animaciones, detalles y arte. Es indudable que un videojuego no se define sólo por su apartado visual, pero no hay que negar que comúnmente sea “lo que nos entra por los ojos” aquello que nos motiva a probarlo. Al menos en mi caso particular funciona así: RiME, Ori and the Blind Forest y el reciente Gris son ejemplos de ello. Obviamente Unruly Heroes, no fue la excepción. En cuanto lo vi, en cuanto me enteré de su existencia, y con tan solo ver ese grupo de personajes tan bonitos, recorrer esos hermosos escenarios, luchando contra criaturas grotescamente bellas… Qué decir… ¡Fue amor a primera vista!

Unruly Heroes es el primer trabajo de Magic Design Studios. Se trata de un videojuego de acción y plataformas en 2D, que pese a estar anclado a los lineamientos clásicos del género, presenta variantes sumamente interesantes orientadas a la resolución de puzzles y desafiantes combates contra jefes de nivel. El título nos pone al mando de cuatro héroes que emprenderán un fantástico viaje con el fin de reconstruir un pergamino sagrado. Tal vez no resulte ser el argumento más original, pero han de saber que dicha premisa proviene de una libre interpretación de la famosa novela china “Viaje al Oeste”, la cual está basada en historias populares de dicho país. No he leído el citado libro, pero intuyo que por este motivo varios personajes tienen un aspecto particular, casi mitológico diría yo. Algunos poseen rasgos animales, otros humanoides, y finalmente están aquellos que aunque difíciles de describir, sus diseños son realmente geniales.

Como dije, la historia de Unruly Heroes está fundada en el escrito anónimo publicado en 1590, y pese a tratarse de una “interpretación”, mantiene inalterables a los protagonistas del texto original: Sun-Wukong, mejor conocido como el Rey Mono, es un guerrero ágil y versátil que va armado con una vara (un bastón extensible similar al de Goku) el cual puede utilizar para varios propósitos. Luego está el monje Sanzang, personaje lento pero que tiene la particularidad de poder flotar en el aire, además de arrojar esferas de energía a los enemigos. Por otra parte tenemos a un cerdo humanoide llamado Kihong, que puede inflar su cuerpo y llegar a áreas inaccesibles para otros personajes. Y por último, Sandmonk, una especie de troll de corazón noble, cuyo poder reside en sus puños.

El grupo resulta ser versátil a la par que variado y en determinadas circunstancias necesitaremos de uno u otro para progresar. Por ejemplo, Sandmonk posee la fuerza necesaria para destruir obstáculos que obstruyen el paso. Wukong puede realizar saltos dobles, lo cual lo convierte en un personaje ideal para las secuencias de plataformas, especialmente en aquellos niveles en los que te “come” la pantalla. Sanzang con su habilidad de flotar es ideal para atravesar grandes distancias con un simple salto. Cada héroe resulta especialmente útil para determinadas situaciones, lo cual hace que nunca se sienta que alguno de ellos sobra.

Asumo que no soy el único que, luego de lo expresado en el párrafo anterior, notó ciertas similitudes con Trine o con Rayman Legends de 2013 ¿Y saben qué? Esto no es casual, especialmente en lo que al segundo título respecta. Al indagar acerca del equipo de desarrollo, descubrí que esto se debe a que Magic Design estuvo involucrado en el desarrollo de las últimas entregas de la afamada saga de Ubisoft. Lo interesante es que al margen de lo parecido que pueda resultar a uno u otro de los mencionados títulos, Unruly Heroes consigue algo muy importante estos días: Personalidad propia.

Juegos de plataformas hay cientos ¡Miles! Posiblemente se deba a que es uno de los géneros más antiguos que existe. Y la verdad que, cuando todo está prácticamente dicho y hecho, se las ingenie para ofrecer ideas lo suficientemente frescas para resultar atractivo, es bastante loable. Que decir, las fases de plataforma son un deleite y experimentar con las mecánicas propuestas en cada ocasión es reconfortante como una brisa veraniega. Además, hay decenas de puzzles ambientales, vinculados a elementos del entorno, los cuales demandan de una cuota de ingenio para poder resolverlos.

Por ejemplo, en uno de los niveles podemos poseer a un enemigo y combinar sus habilidades con las de los protagonistas para poder avanzar. En otro, luego de derrotar a un jefe, se nos confiere un jarrón que puede ser usado para aspirar y quitar una especie de neblina que entorpece la visión, aunque también servía para mover plataformas o expulsarlas de una punta del mapa a la otra. La inclusión de estas variantes, no solo hace que el juego sea muy divertido, sino que siempre genere y mantenga interés en el jugador. Nunca se siente como que ya lo vimos todo, sino que hay lugar a la sorpresa, y alguna mecánica nueva con la que renovarse.

Respecto a las habilidades de los héroes, su uso se refleja tanto en la resolución de puzzles como en el combate. Si bien este último no es el aspecto más desarrollado del juego, los diferentes estilos de lucha aportan frescura y en lo estético hacen las peleas sumamente vistosas. No obstante, debo aclarar que por muy lindo que todo se vea en pantalla, no se siente que haya una diferencia sustancial entre un héroe y otro. Da igual a quien usemos porque, a fin de cuentas, todo se resume a machacar uno o dos botones hasta decir basta.

Sumado a esto, he de acotar que el sistema de control no es lo que se pueda definir como “óptimo”, ya que muchas veces se pierden pulsaciones. Tratándose de un juego de plataformas, donde se requieren movimientos y saltos precisos, que de repente al intentar rebotar contra una pared el control no registre que pulsamos el botón de salto, puede derivar en una muerte segura. Algo similar sucede durante las peleas, especialmente cuando enfrentamos a varios enemigos al mismo tiempo y la necesidad de oprimir las teclas del mando compulsivamente se hace primordial. A ver, no sucede siempre, ni tampoco es que sea algo extremadamente grave, pero puede llegar a tornar segmentos relativamente sencillos, en situaciones ligeramente frustrantes.

 

En cuanto al apartado gráfico, el estilo usado en Unruly Heroes es realmente encantador y definitivamente –junto al gameplay- es uno de los puntos álgidos de la producción. Como dije al comienzo, me enamoró en cuanto lo vi y fue una de las razones que me motivó a darle una oportunidad al título. Esto evidencia la pericia del estudio desarrollador, enriqueciendo al juego con un buen diseño de personajes, animaciones fluidas y una gran variedad de escenarios. Seguir hablando de este aspecto sería redundar demasiado. En resumen, el trabajo es magistral y el resultado es un deleite para los ojos.

Para concluir solo puedo decir que el trabajo de Magic Design Studios ha sido impresionante, y más aún cuando se cae en cuenta de que Unruly Heroes marca el debut del estudio en la escena independiente. Ofrecer un juego de esta índole, sumamente cuidado y trabajado, permite que el título se destaque entre el montón de producciones indie que abundan en el mercado. Es una pena que este tipo de producciones pase muy por debajo del radar debido a que no cuenten con una maquinaria de marketing monstruosa, porque la verdad es un gran juego. Como dijera al comienzo, fue amor a primera vista… Hermoso de ver y agradable de jugar, sumado a una interpretación muy bien lograda  de “Viaje al Oeste” ¿Cómo no enamorarse así?