Hace unos días la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos -que está encargada de la preservación del patrimonio artístico, literario y digital de su país, y tiene capacidad para emitir normas sobre esos temas– ha publicado una orden que va a facilitar enormemente la preservación y el archivo de cierto tipo de videojuegos.

El documento publicado explica que: “ciertos juegos modernos – que pueden jugarse en ordenador o consola – requieren una conexión de red hacia un servidor remoto, mantenido por el desarrollador, para poder utilizar sus funciones principales”. Es decir, juegos que requieren obligatoriamente de un servidor para poder jugar como podrían ser los MMORPG o juegos exclusivamente online como Titanfall o Destiny.

Pues gracias a nuestra, ya queridísima, Biblioteca del Congreso, si la empresa deja de proporcionar servidores para jugar entonces es legal que los usuarios puedan desarrollar los suyos propios, ya que si no sería imposible preservar estos juegos para generaciones actuales y futuras.

Esta victoria abre el camino para la realización de servidores privados para multitud de juegos que ya no se encuentran en el mercado y han quedado totalmente inutilizables.

Por nuestra parte un aplauso para esta medida y otro para la Electronic Frontier Foundation que, como en otras ocasiones, es la organización que ha peleado para que se aprobara esta norma.