The Last of Us: Part 1 Remake llega mañana al mercado tras varios meses de muestras sobre la nueva versión del videojuego de Naughty Dog. A pesar de que su presentación trajo varias incógnitas, la verdad es que la reedición para PS5 de la historia de Ellie y Joel viene con múltiples mejoras, según lo que relatan sus creadores. Entre ellas, resalta el apartado gráfico que muestra escenarios más detallados y un juego de luces más realista y nítido.
La reimaginación de esta historia es un un poco lejana a la concepción que se puede tener sobre los remakes. La jugabilidad y la historia no sufrieron cambios, pero sí que los hay. Sobre todo en lo que se refiere a los escenarios y la luminosidad del juego. Las ciudades y los rayos de luz que se cuelan entre las edificaciones, las sombras en las que se esconden los infectados… listos para atacar, son las grandes estrellas de esta versión.
Las mejoras no solo están en lo visual, pues la actualización de la tecnología permitió pulir aspectos de las mecánicas y la jugabilidad. Cambios que se ajustan a las nuevas funciones del control Dualsense de la consola de Sony.
Se suman las opciones de accesibilidad, que ya vimos en la entrega de The Last of Us: Part 2, como la opción de poner subtítulos y configuraciones para personas con discapacidad visual, sonora o limitaciones de movilidad. Una iniciativa que ya empieza a ser marca de la desarrolladora Naughty Dog.
El videojuego viene en dos ediciones; la estándar, por 79,99 euros; y la Digital Deluxe, por 89,99 euros. Esta última viene con un agregado de equipamientos para la aventura, como flechas explosivas, mejoras de habilidades y algunos aspectos para las armas.