Actualmente la industria de los videojuegos genera más ingresos que los sectores de la música y el cine juntos. Esto convierte al sector del entretenimiento tecnológico en unos de los pilares de la economía actual del sector del consumo, demostrando que los títulos ofrecidos por las empresas ya no son cosa de niños, puesto que el público objetivo principal son los adolescentes y los jóvenes, y cada vez más adultos, sin mencionar los que pasamos por estas tres fases y aquí seguimos. De este modo el generar tantos ingresos también conlleva grandes inversiones de los estudios de videojuegos, con el objetivo de sorprender a los espectadores y vender más copias. Así pues los estudios desarrollan proyectos que son auténticas superproducciones, que llegan a superar en presupuesto a los proyectos más caros de Hollywood para los blockbusters del verano.
Para poner una cifra como referencia: “Star Wars VII: El despertar de la fuerza” costó 200 millones de dólares. En el mundo de los videojuegos son muchos los que han superado presupuestos de 100 millones de dólares, a lo largo tanto de los años como de las plataformas a las que iban destinadas. Pero, al igual que con algunas películas, también hay muchos que no recuperan la inversión, siendo algunos ejemplos los de Star Wars: The Old Republic (SWTOR) y Too Human, cuyo coste superó los 150 y 80 millones de dólares entre desarrollo y marketing, respectivamente, y nunca vendieron las copias necesarias para ofrecer beneficios al estudio responsable del proyecto. Qué cosa tan curiosa ¿verdad? Es decir, la película con un presupuesto de 200M$ en los que dos cuartas partes fueron destinadas a publicidad (que no necesitan mucha siendo realistas) recaudó paladas de dinero, pero el videojuego, con la franquicia por delante, y un presupuesto similar apenas fue uno de los más nombrados del año. Más de 800 personas en cuatro continentes han empleado seis años y casi 200 millones creando este juego, que cuenta con cifras tan brutales como 1.600 horas de juego con cientos de horas adicionales aún por ser escritas. Casi 1000 actores han grabado diálogos para 4000 personajes en tres lenguas. ¿Y por qué este juego no fue el pelotazo que tenía que ser? Porque en sí no es un mal juego, pero su campaña de marketing fue tan terrible como la decepción de no incluir subtítulos en muchos idiomas, haciendo que tirara para atrás a una cantidad enorme de jugadores. Como decíamos en el anterior artículo, no siempre una buena campaña de publicidad logrará subsanar los problemas que pueda tener tu juego, pero una mala campaña de publicidad sí que puede dejar un buen juego lejos del radar.
Con el fin de romper estas y otras barreras de la mercadotecnia moderna, te ofrecemos otros 8 títulos a los que seguir la pista muy de cerca este año. Y es que el trabajo detectivesco que tenemos que realizar para sortear las capas de las grandes campañas de marketing es cada vez más fino y agudo. Si estás perdido, te recomendamos que pases por la primera entrega y te pongas al día, antes de que llegue la tercera o nos cierren el grifo, porque todo puede pasar en la vida.
Eneme Entertainment
RPG de acción de estilo retro que compone una experiencia jugable adictiva y clásica basada en la limpieza de mazmorras infestadas de criaturas. El juego mezcla el estilo Dark Souls con el mítico Diablo, siempre dentro de un estilo pixel art. La protagonista de Eitr es Shield Maiden, una mujer cuyo destino queda marcado por Loki y que deberá recorrer nueve mundos conectados por el gran árbol Yggdrasil para corregir la situación. Distribuido por Devolver Digital nos da ese voto de confianza, ya que donde ponen el ojo suelen acertar.