Mi relación con el trepamuros es bastante larga , desde que tengo uso de razón por lo menos. No recuerdo exactamente cuándo fue la primera vez que por aquella época cayó en mis manos una colección de Super Humor de Ediciones B y una grapa de Spiderman. Supongo que a mi Tío o a mi madre les parecería buena idea y en algún momento dado de mi infancia aparecieron con esos dos tebeos, los primeros que tuve.
La fiebre que me dio años después, casi llegando a mi edad preadolescente fue bastante considerable. Todos los lunes me acercaba por el quiosco del centro comercial más cercano a buscar mis drogas en forma de grapa. Incluso algún que otro fin de semana tenía que coaccionar a algún familiar mayor que yo para que me acercaran a un famoso quiosco de la capital donde tenían la mandanga buena. Así fue como poco a poco pasaron por mis manos Superman y los cómics más extraños de la época . Aunque siempre reservaba mis 300 pesetillas para Spiderman.
De esa manera, me gocé todos los años 90 en el mundo del cómic americano, sobretodo del amigo Spidi. Disfruté de toda la época Todd McFarlane, pero después la cosa fue para abajo con clones por aquí y por allá, hasta que dejé un poco de lado a nuestro colorido amigo por otro tipo de lecturas. Un apunte que no tiene nada que ver con lo que nos atañe: La saga del clon es un tostón terrible, pero el cómic principal escrito por DeMatteis no está nada mal.
Por suerte para nosotros y perfectamente una década después, a las colecciones de Spiderman llega Dan Slott. Nos dejará casi diez años de colecciones, maravillas y un trato por el personaje que recupera al fan más incondicional del trepamuros después de “Mephistazo”. No soy un fan declarado de Dan Slott, tampoco un hater de su trabajo. Me gusta mucho su Hulka, su hilarante Vengadores de los Grandes Lagos o la genial Estela Plateada, junto a los Allred. Tampoco se puede decir que en la época de “Un Nuevo Día” el Spiderman de la Tierra 616 fuese mi favorito, llevándose tales galardones el Ultimate Spider-Man de Brian Michael Bendis. Lo cierto es que me generaba curiosidad el ver cómo iban a gestionar al personaje tras el Mefistazo. Al final, mi impresión se tradujo en que fue una etapa deslavazada por la rotación de equipos creativos, con algunas ideas buenas y otras no tanto. El back to the basics no es mala elección cuando intentas reconstruir algo desde prácticamente sus mismos cimientos. Bucear en el pasado arácnido, tratar de recuperar el buen humor, añorados secundarios y las características que hicieron grande a Spiderman, es, de inicio, como tener la mano ganadora. Pero algo falla cuando tu impresión general se centra en una palpable falta de rumbo, aun siendo conocedor de los esfuerzos de todos los implicados en parecer lo contrario. No es hasta “A lo Grande” cuando se empieza a vislumbrar la mano del autor, aunque sin despuntar en demasía. Personalmente, considero que hay un crescendo desde Spider-Island en adelante, con el punto álgido que supone “Hasta el fin del Mundo” y que desemboca en un gran cambio para el personaje. Uno que lleva aparejado una buena dosis de atrevimiento y valentía, del cual no diré nada porque sería un Spoiler brutal.
Todo esto que me acabo de calzar no es gratuito porque, como sabéis, en Marvel existe el concepto de Multiverso. Los cómic mayoritariamente se centran en la Tierra 616. En algunas ocasiones estos universos se cruzan como ha pasado en el Spider-Verse o en Spider-Girl (donde por cierto sale el Peter del juego). La mejor carta que escogió Insomnia a la hora de desarrollar su Spiderman es obviar el universo 616 y desarrollar el suyo propio con la supervisión de marvel. El resultado es una historia única de Spiderman con personajes que ya conocemos, pero con algunas variaciones y momentos muy épicos.
La otra gran carta que Insomnia se saca de la manga es saltar toda la parte del origen de Spiderman y nos da un Peter que ya está curtido en esto de saltar por Nueva York. Según nos cuenta el juego, pueden haber pasado ya unos ocho años desde que Peter obtuvo sus poderes.
Ahora es cuando enlazamos con Dan Slott, ya que todo esto se parece bastante a sus primeros años y en la forma que tiene de construir los personajes. Peter trabaja en el laboratorio de Otto Octavius y su ex novia MJ es reportera del Bugle. Tía May ayuda a las personas necesitadas en una asociación llamada Festín junto a Martin Lee, un personaje creado por Slott. Norman Osborn está a los mandos de su empresa pero también es el Alcalde de New York, lo cual deja unas dicotomías muy raras. Incluso tenemos en el reparto de personajes a Miles Morales, el personaje creado por Bendis para el universo Ultimate, y que tendrá un protagonismo bastante importante durante el juego. Él y su familia, claro. Por personajes que no sea: TaskMaster, Silver Sable o Yuri Watanabe, que también es un personaje creado por Dan Slott y que será el contacto de la policía con Spiderman.
Si tenemos que hablar de villanos solo puedo decir que el juego es un in crescendo de los que da gustito. Si no contamos la introducción del juego enfrentándonos a los villanos de KingPin, lo que vamos haciendo por nuestra cuenta es ir peleándonos con los maleantes de barrio y rateros de las calles, a los soldados de Mr Negativo. Además, como ya vimos en un Gameplay hace unos meses, los grandes enemigos de Spiderman se reúnen todos para darnos calor y amor en fraternidad. Encontramos al Rino, el Buitre, el Escorpión, Electro y muchas sorpresas en estos enfrentamientos.
Ahora es cuando suelto el rollo ese que todos estáis esperando y no por ello vaya a sonar pedante, chusco y barato. Manhattan es otro protagonista más (ya podéis ir a los comentarios y colgarme si queréis) y lo digo con todo el significado y sentido del mundo. Podemos recorrer desde el distrito financiero hasta el norte en Harlem y sería los más aproximado a dar un paseo por la ciudad casi de verdad. La interacciones que tiene Spiderman con lo que pasa a nivel del suelo son increíbles. Desde saludar a un ciudadano, a sacarnos un Selfie o leer un periódico. El juego se toma la molestia de que narrativamente la ciudad tenga un peso y logra que conectemos con lo que pasa en ella. Uno de los comentarios donde mejor queda reflejado esto es cuando la banda de Mr Negativo va destrozando la ciudad y Peter reflexiona que Fisk sería un mafioso, pero amaba la ciudad. También nos lo hace ver con su transformación, todo pasa de ser brillante y luminoso, a estar casi en un estado de excepción. Esto es posible porque Insomnia ha recreado muy bien la ciudad y la ha dotado de vida.
La misión principal esta dividida en tres actos muy bien diferenciados. La complete más o menos en unas 16 horas y la verdad es que el cuerpo te pide un poco más. Se desarrolla casi casi que un día normal para Spiderman y poco a poco se vuelve oscura y complicada. Tampoco es Macbeth pero el cambio de intensidad es lo suficientemente acentuado como para que empaticemos con la vida de Spiderman. Las historia principal nunca se nos hace aburrida y siempre va arriba con momentos épicos que te hacen saltar de la silla.
Durante el juego podemos controlar a otros dos personajes: Mary Jane y Miles Morales. Más de uno puede pensar que estas fases rompen la dinámica del juego al ser misiones de infiltración y sigilo. A mi personalmente me han gustado ya que le da algo de variedad al juego y un peso extra a estos personajes. Insomniac se ha tomado la molestia de intentar desarrollarlos y que no sean los secundarios típicos. Mención especial a una fase que tiene lugar en Grand Central, en la que MJ y Spidi trabajarán juntos para derrotar a los demonios.
Sobre el combate solo diré que esbozo en mi cara una sonrisa muy parecida a aquella que me salió el primer día que pille el primer Batman de RockSteady. Es sobresaliente y para mi gusto mejor adaptado que el del murciélago, por un motivo tan simple como es tener telarañas. El sistema de combos es muy fácil de aprender y poco a poco vamos metiendo cosas nuevas al estilo que más nos guste. Los ataques cuerpo a cuerpo y el uso de telarañas para pegar los enemigos a las paredes o enredarlos serán el recurso más utilizado si o si. Los artilugios son divertidos y ayudan pero no son tan satisfactorios como el acercarnos con una telaraña a un enemigo, desarmarlos de una toña, lanzarlo por los aires con un gancho, para después darle una somanta de tortas. Sin tocar el suelo mirar alrededor y encontrar la alcantarilla o palé más cercano para lanzárselo a otro enemigo y así sin parar.
Hablando de mecánica, tiene una que me saca de este ritmo frenético que tiene el juego, y que odio bastante. Me refiero a esos pequeños minijuegos que tenemos que resolver si o si, de tres en tres (¿todo lo contrario a qué? Queda la frase muy suelta). Es una mecánica tan desfasada como su interface. Coleccionables por un tubo, un mapa clásico de SandBox con muchas cosas por hacer, o combates por todo el distrito son cositas que van completando la experiencia. El juego en dificultad normal me resulto un poco fácil. Una vez que dominas el sentido arácnido que te toquen es culpa tuya o por confianza o por despiste. Algo así me pasa con los enemigos finales, son un reto pero esperaba algo más. Incluso me parecen poco valientes en su ejecución.
Con todo esto Spiderman es un juegazo con mayúscula. El trabajo de Insomniac adaptando un Spiderman completo es de sobresaliente. Tanto en lo jugable como en lo narrativo tenemos varias sorpresas. Tanto si te gusta el personaje o no tienes ni idea de su pasado, este es un juego que vale la pena jugarlo. Pone el nivel de los títulos de SuperHéroes al nivel y calidad que se merecen, aunque siempre salta alguien que nos hace recordar el Superman de la Nintendo 64, no falla.