Artículo

World of Warcraft, el melón que nadie quiere abrir

Una opinión de un tardío de Azeroth

World of Warcraft es una leyenda. En ese pequeño ejecutable de PC se encuentran horas y horas de dedicación de millones de jugadores alrededor del mundo. Amistades y relaciones han ido y venido en sus mapas. Varios mitos de la cultura del videojuego se forjaron en sus bandas y mazmorras. Pero el peso de la historia lleva tiempo apretando y, si de algo debe estar tranquila Blizzard, es de que, por lo menos, ya no lo llevará sola.

A principios de este año, tuvo lugar un acontecimiento histórico. Microsoft, en uno de los mayores alardes de poderío empresarial que se recuerdan, adquiría Activision-Blizzard. Muchas fueron las dudas que comenzaron a rondar en la cabeza de mucha gente, referentes a la deposición de directivos que han permitido todo tipo de abusos a empleados, exclusividades de algunos de los juegos de la compañía, etc. Sin embargo, hubo una duda que me asaltó y que, a día de hoy, sigue sin resolverse: ¿Qué van a hacer con World of Warcraft?

Es de sobra sabido que WoW tiene un modelo de negocio particular, que consiste en el cobro de una mensualidad, actualmente de 12.99€; que se complementa con el lanzamiento periódico de grandes expansiones de contenido a 60€ de media. Esto ha resultado ser la gallina de los huevos de oro para Blizzard desde 2004, una compañía que vio partir a sus grandes mentes hace tiempo: aquellas que crearon el fenómeno de masas que actualmente, parece no dar una con sus decisiones. Expansión tras expansión, World of Warcraft parece condenado a vivir de lo que fue a pesar de que a pocos les guste lo que actualmente es, y me incluyo; pero nos negamos a dejarlo ir, y Blizzard también.

Hay muchas opiniones sonando alrededor de la comunidad. Algunos piensan que incluir a World of Warcraft en el Xbox Game Pass sería insuflarle vida y nuevos jugadores, que disfruten la experiencia de un videojuego que se antoja desfasado jugablemente, y que dudo sea capaz de encajarles, habiendo otras opciones que se adaptan mucho mejor a sus exigencias (gráficos mucho más avanzados, mayor accesibilidad de entrada, jugabilidad y mecánicas modernas, etc). Otros creen que eliminar la mensualidad y mantener el modelo de expansiones haría volver a muchos campeones de Azeroth que abandonaron la aventura por problemas económicos, de tiempo o por cambios a etapas vitales menos compatibles con las horas que hay que dedicar al juego si quieren estar al día.

En lo que a mí respecta, World of Warcraft es uno de los videojuegos de mi vida. He aprendido y disfrutado durante innumerables horas de su historia, su construcción de mundo, sus sistemas de progresión y su estructura jugable. Amo a este juego como a muy pocos, y soy un jugador tardío, pues comencé mi aventura en Legion (2016). Sin embargo, tengo otra opinión que no he plasmado: creo firmemente que Warcraft, como franquicia, está secuestrada por el tipo de juego que es WoW. Su estructura de misiones, mazmorras, bandas, expansiones y vuelta a empezar, se ha agotado. Blizzard lleva años intentando modernizarla y hacerla atractiva sin demasiado éxito.

Los fans hemos tenido que presenciar cómo la mayor brecha mediática que se logró abrir por WoW en los últimos años fue Classic, juego incluido en la suscripción, que regresa a la experiencia original de 2004. Es decir, la mayor novedad de WoW en años no era realmente novedad. Lo que intentaron con esto fue contentar a una comunidad que parecía inconforme con los cambios introducidos y así fue. Como parche para contener un dique en colapso, puede haber funcionado.

Sin embargo, la vida de Classic se agota y es el momento perfecto para que Blizzard, junto con su nuevo patrón, se pregunte seriamente qué hacer con World of Warcraft. Esto no es un tema menor; no soy capaz de predecir qué ocurriría si se decidiera poner punto y final al juego. Miles de jugadores alrededor del mundo le hemos dedicado muchísimas horas y es posible que no todos estén dispuestos a aceptar que el tiempo de WoW ha pasado. Quizá, sean capaces de darle un nuevo enfoque que le permita durar más tiempo y actualizarse a nuestros días de manera correcta. De lo que estoy seguro es de que muchos esperamos noticias sobre el futuro de Warcraft y, sea lo que sea, cualquier cosa se recibiría mejor que permanecer inmóviles y seguir ignorando al elefante en la habitación.