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Sonic, que nadie te diga lo contrario: ¡TU MOLAS!

24 añitos cumples hoy, du da, du da, y los vamos a celebrar, du da du da hey

Estoy seguro de que la mayoría de personas que tuvieron su primer contacto con el primer juego de la, por aquel entonces, nueva mascota de Sega, fue junto con la ferviente ilusión de despertarse una mañana de reyes y verse una caja grande envuelta con papel de regalo que por su tamaño gritaba a los cuatro vientos “Mega Drive“. De hecho, a Norritt de Akihabara Blues le pasó exactamente así, y es algo que siempre es bonito de leer. Pero en mi caso no. Mi primer contacto si fue en un dia de reyes, si, pero fue con una Master System II, que simbólicamente era el paso de la antorcha, ya que era aquel pack que traía al orejudo de Alex Kidd, mascota hasta ese momento de Sega, en la memoria de la consola con su enorme Miracle World, y un cartucho de Sonic The Hedgehog que llegaba para quedarse. Y es que a veces las mejores amistades no empiezan igual para todo el mundo.

No fue hasta un tiempo después que Mega Drive llegó a casa. No fue ninguna fecha especial ni nada, simplemente llegó, y fue el pack de estreno de Street Fighter 2 Special Champion Edition, que ademas traía Sonic The Hedgehog. Ni que decir tiene que cuando no habia nadie en casa para jugar a dobles al juego de Capcom, toda mi atención se centraba en el erizo azul. Ya estaba encantado con la experiencia de Sonic en su hermana pequeña, pero ahí, en Mega Drive, no solo era una diferencia abismal, sino que era… MAGIA. Es que lo que veía y sentía no se podía describir con palabras, y aun a dia de hoy me cuesta. Se que no es algo objetivo, pero en algunos casos la afición nos hace que perdamos toda la objetividad, como es este caso.

Y aquí estamos ahora, 24 años después del nacimiento de Sonic The Hedgehog. Un juego que crearía escuela, y un personaje que se convertiría en leyenda, que durante un tiempo le pudo mirar de tu a tu a Mario sin ninguna complicación. Con una segunda parte que para muchos es la mejor de toda la saga, y una tercera que cambio el tono, pero toco techo en cuanto a calidad y variedad. Vino un sistema de lock-on, fruto de los problemas con los tiempos de desarrollo, que nos permitió no solo disfrutar del tercero como se lo merecía, sino sacarle de nuevo el jugo al segundo, y un poco al primero. Llegaron los spin-off, igual con no mucha suerte, y una versión en CD que es una verdadera joyita. Y mientras todo eso ocurría, teníamos series de televisión y cómics (que de hecho aun se publican hoy dia), para darnos mas con lo que disfrutar del erizo azul.

Sufrimos una época oscura durante los 32 bits, con un proyecto que no termino jamas de salir, dejándolo todo en manos de reediciones, recopilatórios, y un juego de carreras un tanto peculiar. Y con la llegada de Dreamcast, Sonic se reivindico en las 3D con un formidable Sonic Adventure que sigue siendo un gran juego, y una secuela que si bien sirvió para celebrar su décimo cumpleaños, fue básicamente el principio del fin. Un cambio de mecánicas y conceptos con respecto al juego anterior que no gustó a mucha gente pero marcó el camino a seguir a partir de ahi, y no fue precisamente algo bueno. Con la muerte de Dreamcast, y la salida de Sega del mundo de las consolas para ser una third mas, junto con la bajada de calidad de sus juegos, Sonic había perdido parte de su encanto. Seguía siendo Sonic, si, pero ya nada era lo mismo…

De hecho, tras varios juegos no muy consistentes, y otros en portátiles donde mas o menos seguía teniendo algo de magia, llegó el 15 aniversario… Y los fans decidimos no hablar del 2006. No hubo juego igual que nunca ha habido una película de The Last Airbender en la gran pantalla.

Y aun con todo eso, Sonic supo sobreponerse en cierta medida. Su etapa de hombre… perdón, erizo lobo en Sonic Unleashed no fue muy aceptada, pero si es verdad que era mucho mejor que lo que nunca existió en 2006, y que las fases que todo el mundo odiaban, cuando dejabas los prejuicios de lado, se dejaban jugar muy bien. En esa misma época hubo un par de experimentos para Wii que también eran interesantes, y un exclusivo como fue Sonic Colors que ya era un buen juego, recuperando la magia y el encanto.

Y cuando cumplió 20 años, Sega le hizo uno de los mejores regalos que le podría haber hecho tanto a Sonic como a nosotros: Sonic Generations. Puede que no sea el mejor juego de Sonic, pero si uno bueno y de calidad donde se le ha nota el mimo y el cariño por parte del equipo, y en el que querían que los fans no se sintiesen defraudados como si lo fueron en el 15 aniversario. Un juego en el que se repasan fases clásicas de muchos de los juegos mas importantes de toda la saga, pudiendo jugarlos de una manera clásica o de manera moderna, con versiones nuevas de las canciones de cada nivel, y rememorando también momentos importantes de la saga con varios enfrentamientos… Si, fue un 20 aniversario a la altura.

Y desde entonces, hemos tenido un juego que parecía ser el retorno de aquel proyecto perdido para Sega Saturn, y otro que venia acompañado de una serie de televisión, y un rediseño total de los personajes, que ríete tu de las Tortugas Ninja de Michael Bay, y que es un juego malo, sin paliativos.


Han sido 24 años convulsos, donde por desgracia, Sonic no siempre se ha mantenido en lo mas alto, quedando sus mejores resultados en los últimos tiempos relegados a plataformas móviles, con el rotundo éxito de Sonic Dash como máximo exponente. Pero aun así, Sonic mola. Mola mucho, y seguirá molando. Porqué una de las cosas buenas que tienen los videojuegos es que están ahí por siempre, y podemos volver a ellos siempre que queramos. Y siempre que volvemos a jugar a Sonic The Hedgehog, esa magia sigue estando ahí, y la volvemos a disfrutar. Un diseño perfecto donde las plataformas, los rizos, los muelles, y los Badniks siguen estando presentes, y divirtiéndonos como el primer dia, con unas fases de bonus que nos invitan a fantasear mientras intentamos conseguir las Esmeraldas del Caos para lograr el mejor final. Una formula a prueba de bombas que no caduca por mas que pasa el tiempo, y que sigue dandonos unas sensaciones increibles cada vez que le vemos saliendo por el logo del titulo y moviendo su mano.

Sonic no será ya el ídolo de masas que fue en su momento. Nintendo supo, con Mario, mantener su momento con calidad, mientras que Sega no atinaba con los cambios de ideas. Pero Sonic es Sonic. Seguirá estando ahí por siempre, y nada ni nadie le hará bajar y desaparecer. Sus logros ya están ahí, y perdurarán en el tiempo. Y no pierdo la esperanza de que algún dia Sega dé en el clavo de nuevo, y nos sorprenda devolviendo a la palestra al erizo azul mas querido de todos con una historia de calidad. Igual dan la campanada el proximo año, cuando sea el 25 aniversario de la mascota mas rápida que existe.

Mientras ese dia llega, feliz 24 cumpleaños, amigo mio. Felicidades, y gracias.