Este 23 de Junio me desperté y, tras desayunar, leí una noticia que rezaba “La desarrolladora de videojuegos Chloe Sagal se suicida debido al acoso” ¿Sabéis quién era? Yo no. Por lo que leí, era una chica que aparte de desarrollar videojuegos simpáticos, se dedicaba a la música o al diseño 3D. Y, por lo que he estado viendo, tenía unos proyectos muy personales y curiosos, como por ejemplo Homesick, un pequeño juego de terror en 2D. Tras jugarlo y pegar bastantes botes, me sentí bastante mal, o sea, es una sensación muy rara la de jugar a algo en lo que alguien ha puesto todo su empeño, y saber que esa persona no está.
Un rato después, indagué un poco en el tema acoso. Resulta que desde el 2013 había sido presa del acoso a diario, debido a una pequeña campaña de micro mecenazgo que ella misma dijo que salvó varias vidas, mientras que los miembros de un foro llamado Kiwi Farm empezaron a decir que el dinero obtenido era para pagar su cambio de sexo. Ah, sí, Chloe era trans.
No lo había comentado hasta ahora porque, sinceramente, no es algo realmente muy relevante ¿no? Pues sí, porque si estás en el mundo de los videojuegos y eres mujer, especialmente trans o de cualquier otra minoría, la mayor parte de la comunidad no te lo va a poner nada fácil.
¿Ejemplos? Si empezase a citarlos no acabaría nunca.
Podría hablar de la Gamergate y de cómo miles de usuarios se unieron para acosar en masa a dos desarrolladoras de videojuegos, o de cómo la comunidad se vuelve loca cuando meten a chicas en el Call of Duty porque no es “realista”, pero cuando meten zombies aplauden. O del caso de Gaming Ladies aquí en España, una conferencia que fue tirada abajo por forocoches, es decir, una panda de gilipollas sin vida. Aunque, finalmente, el evento consiguió llevarse a cabo meses después y no hubo ningún altercado.
Ejemplos hay miles, tristemente, pero voy a comentar el que creo que fue el más relevante de estos últimos meses:
El beso.
La conferencia de Sony en el E3, la feria anual sobre videojuegos más importante, comenzó con el anunció más potente de la compañía: Last of Us 2. En el veíamos a una Ellie, la protagonista del primero, más mayor que se encuentra en una iglesia con más supervivientes. Y, después de un par de conversaciones, se acercó a una chica, con quien, tras bailar un poco con ella… se besaron.
Fue precioso (aparte de porque lograron que un beso en un videojuego no pareciese un choque de dos autobuses), no solo por cómo estaba montada la escena, sino por lo que significaba: En uno de los anuncios más importantes de toda la conferencia, por no decir el más importante, se atrevieron a meter un beso entre dos personajes femeninos. Representación LGBT por fin, y además, por la puerta grande.
Mucha gente reaccionó bien, aunque claro, algunos intensos se atrevieron a decir que estaban “capitalizando el movimiento“, pero bueno, que tontos hay en todos los lados. En general, si tenéis twitter y seguís a gente maja, tan solo veríais gente alegrándose.
Aunque Twitter no es el mundo real.
Esto es algo que me fastidia tener que recordar.
Mientras que en las redes sociales te limitas a leer a gente con ideologías parecidas a las tuyas, acabas pensando que la gran mayoría de personas en la red piensan como tú. Que todos ven los videojuegos como un arte, que entienden pueden causarte sensaciones y sentimientos que no te puede causar otra cosa u otro medio. Pero no es así.
Solo había que ponerse a leer los comentarios de la conferencia o en los medios que la comentaban para darse un buen golpe de realidad y descubrir que una gran cantidad de jugadores estaban completamente en contra de ese beso. Hubo medios como Eurogamer que llegaron a tener que eliminar estos mensajes de odio. Miles de comentarios tildando aquel beso de “lesvianismo forzado” o “korreccion politica“, o sea, tíos, xd.
Pero no es algo que tomarse a broma, perdonadme ese xd. Hay que tener en cuenta que una gran cantidad de la comunidad tiene el machismo bien interiorizado, al igual que la homofobia, y es una verdadera pena.
A ver, recomendaría salir a las calles con antorchas y horcas a ponerles en su sitio, pero seamos realistas, eso no cambiaría nada, creo. En cambio hay que esperar a que espabilen. Que no parece que vayan a hacerlo. Igual lo de las antorchas y las horcas no es algo tan loco.
No sé adonde quiero llegar con todo esto, la verdad.
Me apena mucho que haya un porcentaje de aficionados a algo tan bonito y genial como los videojuegos sean tontos profundos, y llenen de bilis y odio todo lo que tocan. Odio que si hay una jugadora de e-sports mujer se la acose al nivel que acosaron a Geguri. Odio que los estudios tengan el meter a personajes que no sean hombres blancos heteros fornidos como un riesgo. Odio que montasen aquel revuelo por el beso de Ellie, pero cuando en el Duke Nukem salian dos gemelas dándose el lote para el disfrute del protagonista les diese igual. Odio demasiadas cosas dentro de la comunidad de algo que amo.
En conclusión, aunque parezca que no se pueda hacer nada, toda esta gente llegará un momento que se acostumbrará a la representación, o al hecho de que haya mujeres en este mundo, o dejarán de jugar. Ah, y un último favor, chicos que estáis leyendo esto: Si tenéis un amigo que piensa cosas como que “Las chicas juegan por moda” “Ahora hay más gays que antes” y otras cosas así, explicadle que está equivocado. Mirad, si esto se lo dijese alguien de internet, se cabrearía y seguiría igual, pero si os considera amigo suyo, probablemente os escuchará, y tenemos que aprovechar esa pequeña oportunidad, que poco a poco igual podemos cambiar las cosas.
Un abrazo.