Artículo

Zelda Breath of the wild es autoconsciente

Conoce muy bien a sus antecesores

Mira, es curioso, me acuerdo perfectamente de la primera vez que te vi. Yo era joven y ni siquiera me atreví a acercarme a hablar contigo. A mi primo se le veía tan concentrado en vuestra conversación que me pareciste inalcanzable… Y fíjate ahora, podemos pasar horas y horas juntos. Realmente no me imagino pasándomelo tan bien con ninguna otra saga. Sé que hubo tiempos en los que estuvimos meses sin hablar, pero nunca te olvidé.

¿A vosotros os ha pasado algo así? Quicir, conocer a Zelda de una manera bonita ¡No! ¡No a la princesa en sí! ¡Me refiero a la saga!

Bueno, es una saga tan famosa y cuidada que aunque nunca hayas jugado, sabes quiénes son sus personajes, cómo es su mundo, cómo es su música… Y Nintendo sabe esto, Nintendo sabe que conocemos su saga.

¿Habéis visto Pesadilla en Elm Street 7? Es conocida como Wes Craven’s New Nightmare, pero aunque no la hayáis visto seguro que sabéis cómo es el villano en esa película. Todos conocemos a Freddy Krueger. Pues bien, aquí, debido a esto, no se nos mostraba a Freddy hasta el final de la peli, ya que todos sabíamos cómo era. Pero el hecho de ocultarlo nos hacía desear aún más que apareciera, y una vez que lo hacía, ya nos habíamos metido completamente en la película y lograba asustarnos por una última vez.

Pues esto es justo lo que hace Nintendo en Breath of the Wild (bueno, no nos asusta).

Pum.

Fin del artículo.

Vale no, voy a explayarme un poco que si no no me pagan… JAJAJAJAJAJA Bueno sigamos:

No haré spoilers fuertes, pero si quieres entrar virgen en la experiencia (cosa que recomiendo) deja de leer.

El juego te muestra por el camino por el que va a ir al principio del mismo: cuando ves una especie de monasterio derruido, no se nos dice nada acerca de él en ningún momento, pero es claramente el Templo del Tiempo. Que recordaremos si hemos jugado al Ocarina of time.

Lo de que todo esté en ruinas tiene sentido. Se supone que estamos en una versión post-apocalíptica de Hyrule, por lo que hay muchos edificios en ruinas que nos recuerdan a lugares que habíamos recorrido ya en otra época, antes de que todo se fuese al garete. Empezar mostrándonos las ruinas de un lugar que habíamos visto tanto en su mejor, como en lo que creíamos que iba a ser su peor momento, es una manera sobresaliente para sentirnos involucrados con ese mundo, y así, dar comienzo a la aventura.

Y va mucho más allá de esto, por ejemplo, el traje típico de la saga es casi imposible de conseguir. Y así con el resto de los personajes: Zelda no viste como Zelda, y Ganon,,, no sabes cómo se ve hasta el enfrentamiento final. Esto añade un punto parecido a lo que hicieron en Pesadilla en Elm Street 7, ya que tampoco sabes qué versión de Ganon será. En los concept art que se mostraron hace unos meses se dejaba ver a un Link guitarrista o uno en moto, y me gusta que antes de haber dado ese salto hayan seguido manteniéndose en esa época medieval que caracterizaba a la saga, pero aún así, renovando los diseños de personajes.

Otro apartado que usa también esto es la banda sonora, que muchos han criticado ya que dicen que no es “igual de icónica que las anteriores”, pero a mí me ha parecido genial. En un mundo tan grande hay cantidad de sonidos ambientes, por lo que la banda sonora que han elegido ha sido una minimalista. Está hecha casi solamente por un piano que acompaña a todos los sonidos del lugar en el que te encuentres. Aún así, de vez en cuando hay notas que nos recuerdan a la música de otros juegos, y realmente es un momento mágico. Hacer un llamamiento a tu memoria mediante tan solo unas notas es algo que no puede hacer cualquier saga.

Me ha parecido realmente curioso que usasen todas estas “referencias”, porque realmente Breath of the Wild es un producto que se puede mantener de pie tranquilamente él solito. Esto es algo que me dio miedo desde el primer momento que nos enseñaron el Templo del Tiempo en ruinas, pensé: “igual deben meter referencias porque el juego en sí no es profundo”, y menos mal que me calló la boca. Ahora que lo he jugado me he dado cuenta de que no son referencias, es más como cuando estás con un colega y con una palabra consigues que el otro recuerde un momento indicado y ambos empezáis a reír porque os entendéis hasta ese punto. Pues eso ha conseguido la saga Zelda a lo largo de todos este tiempo, recordemos que lleva con nosotros 31 años, y, excepto por un par de excepciones, ha mantenido muy bien el tipo. Así que, cualquier cosa que nos haga recordar, va a ser un buen recuerdo. Además, la trama del juego habla de recordar el pasado y hacer esto es un modo sobresaliente de reforzarlo. Mientras nuestro personaje va recordando qué ocurrió hace años, nosotros vamos a su vez recordando las aventuras que hemos tenido.

En conclusión, es algo que nunca había visto antes, seguramente, porque ninguna otra saga podría permitírselo a este nivel. Deja claro que por muchas cosas que hayan cambiado, siempre recordarán a sus antecesores.