Aún así, tuvo el mérito de regalarnos los mejores juegos jamás creados, ya que aportaban muchas de las cosas de las que hoy en día carecen los juegos. Hablamos de originalidad, diversión, jugabilidad, rejugabilidad, y hechos por y para una época en la que los juegos se hacían para el disfrute de los clientes, y no para llenar los bolsillos a base de vender un producto inacabado y de dudosa calidad. Las compañías no temían arriesgar e innovar, en crear nuevas IP, en traernos cosas cada vez más diferentes, y no sólo se dedicaban a explotar, una y otra vez, aquella franquicia o receta que más dinero le reportara, y si lo hacían, podías estar seguro de que esa segunda o tercera parte, sería un juegazo.
Pero no nos desviemos de lo que estamos tratando y sigamos en esa época en la que grandes nombres empezaron a pasar de boca en boca. Entre ellas, hablaremos de una compañía, que, si se me permite el atrevimiento, he de dedicarle un minuto de silencio… Nos referimos a RARE, la gran R como se le conoció en su época más dorada, la de la Nintendo 64, pero, hablaremos de ello más adelante. Volviendo a lo que me trae a escribir estas líneas, RARE nos regaló auténticas joyas como lo fue Battletoads, un beat’em up ingenioso, muy difícil y complicado para la época, o Wizards & Warriors, o Snake Rattle ‘n’ Roll, entre otros.
Pero no fue hasta la llegada de la Súper Nintendo Enternaiment System que RARE desplegaria todo su arsenal y capacidad creativa. Su alianza con Nintendo fue clave para ello, y sus juegos auténticas delicias que todo jugón debería catar. La época de los 16 bits le sentó de maravilla a RARE. Nos volvió a deleitar con Battletoads, y con una de las sagas mejor valoradas, Donkey Kong Country. Juegos que, sin duda alguna, forman parte del recuerdo y la posteridad, y que, da igual cuando los juegues, consiguen enganchar, deleitar y entretener. También nos regaló Killer Instinct, un arriesgado juego de lucha para arcade y Snes, que logró hacer mella a Mortal Kombat y Street Figther, con un innovador y efectivo sistema de combos, escenarios detallados, y animaciones excelentes que, a pesar de su escasa variedad de luchadores, le permitió competir mano a mano con sus rivales.
Llega 1997, y Nintendo 64, había llegado al mercado, con gráficos de 64 bits, aclamados por muchos y odiados por otros. La Nintendo 64 competía directamente con Sony PlayStation y su sistema de CD, y Sega Saturn. Pero la alianza de RARE con Nintendo era fuerte y sólida. RARE se sentía tan cómoda que es considera la época dorada de la compañía y se labró el apodo de “LA GRAN R”. RARE parecía realmente muy contenta con su labor, y prueba de ello es el catalogo con el que nos dejó boquiabiertos y que hoy en día se recuerdan con gran cariño y nostalgia. Fue el renacer del género de plataformas, y estos chicos lo habían demostrado ya con Donkey Kong Country, y lo consolidaron con la llegada de Banjo- Kazooie. Este juego cuenta una banda sonora sin igual, una historia muy entretenida y que llegaba incluso a ser critica de la sociedad en la que se vivía en esa época. La mecánica de juego resultaba bastante arriesgada e innovadora, donde podías ir poco a poco aprendiendo movimientos que te permitían acceder a otras áreas del juego además de ofrecer una gran rejugabilidad. RARE sorprendió con Golden Eye 007, un shooter en primera persona, que a día de hoy goza de las mejores críticas. Nunca antes una adaptación de película a videojuego había sido tan fiel y disfrutable.
Otra de sus grandes aportaciones, que muchos desconocen fue Jet Force Gemini, un arriesgado y apasionante shooter en tercera persona, donde hemos de avanzar en las distintas zonas del juego, usando las habilidades unicas de sus 3 personajes: Juno, que puede sumergirse en la lava, Vela, que puede nadar bajo el agua ilimitadamente, y que según avanza el juego podrá volar, y Lupus, que posee unos propulsores y un cañón a su espalda, y que según avanza el juego podrá transformarse en un tanque que le permitirá volar más tiempo. Ademas está Floyd, un gracioso drón que puede ser usado por un segundo jugador para dar apoyo en los combates.
Nos dejó una auténtica demostración de poderío al traernos de vuelta a Donkey Kong con Donkey Kong 64, esta vez pasándose a un entorno totalmente en 3D, necesitando disponer de la Expansión Pack (Ampliación de Ram de la N64 que permitía el uso de mejores gráficos, calidad de imagen, etc.) para poder jugar a este título. Diddy Kong Racing dejó sorprendidos a muchos amantes del género de carrera con karts. La fusión entre Nintendo y RARE era simplemente magia. En este juego podías pilotar karts, aviones y aerodeslizadores. Un juego que, junto con Mario Kart, lograba que pasaran las horas colmadas de diversión entre amigos. Y uno de mis juegos favoritos de la época: Perfect Dark. Un shooter en primera persona, de espionaje, con una temática futurística, donde encarnamos el papel de Joanna Dark, una agente de élite, que tiene una gran misión que cumplir. También requería el uso de expansión pack, para desbloquear algunas funciones y contenido del juego. También nos dejó Banjo-Tooie, la secuela de Banjo-Kazooie, que si bien no tuvo tanto éxito como su antecesor, es un juego que se merece todo el respeto del mundo.
Por último, RARE hizo un movimiento arriesgado creando a un personaje muy divertido y tierno a la par de vulgar y desagradable. El primer juego de plataformas que estaba destinado a un público maduro, con lenguaje obsceno y claras alusiones a la bebida, drogas, sexo y violencia explícita. ¿El protagonista? Una ardilla alcohólica y con lenguaje soez en el Conker’s Bad Fur Day. Además dejó otros juegos como fueron Blast Corps (juego que no se le ha prestado la atención que requiere, pero que es una joya sin duda). Killer Instinct Gold también se dejó ver en el catálogo de RARE para la N64 La compañía hizo que nos quedásemos con las ganas de catar el proyecto de Dinosaur Planet que tenía para esta máquina, que luego vería la luz en la Game Cube.
Llegó la época de los 128 bits, y se estaba empezando a notar la ausencia de RARE en el sector, quizás por otros proyectos o ambición. Lo cierto es que su paso por Game Cube no fue tan visible, aunque pudimos ver la maravilla de lo que fue su proyecto de Dinosaur Planet, fusionado con Star Fox, trayéndonos StarFox Adventures, aclamado por muchos y criticado por los fans más acérrimos a la saga de Fox McCloud, pero nadie podía negar que fuera un gran experiencia. Luego RARE fue absorbida por Microsoft y, a partir de ese día, RARE pasó sin pena ni gloria a través de XBOX 360 y su actual XBOX ONE. Está claro que ya no tenemos a la misma compañía que todo lo que tocaba lo convertía en oro. Aunque en esta nueva era nos ha dejado grandes juegos. Aun así, el trabajo con Microsoft está siendo lento y se aprecia que RARE ha cambiado mucho desde entonces, y lo demuestra el siguiente catálogo:
- Kameo, un singular juego de acción y aventuras, que fue una auténtica joya para Xbox 360. Quizás uno de los juegos que más recuerdan a la RARE de Nintendo; divertido, una jugabilidad impecable y muy buena banda sonora
- El Remake de Conker Live & Reloaded que no estuvo tan mal y recibió buenas críticas.
- Banjo-Kazooie Nuts and Bolt, que no se acerca a la esencia de sus predecesores, perdiendo en gran parte las plataformas.
- El regreso de Perfect Dark con Perfecct Dark Zero, que intentó estar a la altura y heredó fórmulas de Golden Eye pero aun así, no tuvo un gran éxito en ventas.
- Viva Piñata es otro juego a destacar en esta nueva era de la compañía, un juego colorido, divertido, dotado de aire fresco e ideas innovadoras, claramente refleja la esencia de la antigua RARE.
- El regreso de Killer Instinct, que está a la altura de otros juegos de su género, pero no logra la total aceptación de la gente ya que, pese a los muchos añadidos, el número de luchadores actuales más que aceptable de los que dispone, y un modelo similar al “free to play”, el juego no tiene tanto contenido como sus competidores.
¿Puede que RARE esté despertando de su letargo? Se rumereó sobre el posible regreso de Battletoads cuando Phill Spencer (responsable de la división de Xbox) lució una camiseta en la presentación de Windows 10. También se ha rumoreado sobre un regreso de Banjo-Kazooie, pero, sólo el tiempo lo dirá.
El legado de RARE ha servido de inspiración a otros desarrolladores que incluyen la esencia de RARE en sus proyectos. Quizás, eso ha impulsado la creación del reciente estudio Playtonic Games; donde muchos de sus integrantes son ex miembros de la antigua RARE, y que tienen entre manos su proyecto Yooka–Laylee, un sucesor más que espiritual de Banjo–Kazooie, que se ha financiado en Kickstarter y esperamos poder disfrutar y con ello recordar parte de la época en la que una gran compañía como RARE estaba en auge.
2 comentarios
¡Ayyyy, Rare, qué buenos (y malos) momentos me has hecho pasar! Ojalá vuelvan a la cresta de la ola, su desparpajo haciendo juegos se echa en falta en la generación actual.
llevas mucha razón. Espero tanto el día en que Rare nos vuelva a deleitar y hacernos disfrutar con sus obras.