Cada año, tras el tsunami mediático del Summer Game Fest, llega un evento más modesto pero igual de jugoso para los amantes de los videojuegos: el Steam Next Fest. En su edición de junio de 2025, esta celebración digital del talento indie vuelve a ser una mina de oro para quienes buscan experiencias nuevas, frescas y, con suerte, joyas ocultas que pronto se convertirán en las próximas sensaciones virales del gaming.
Con cientos de demos disponibles y una diversidad de géneros que haría sonrojar a cualquier buffet libre, el Next Fest ofrece una oportunidad única para probar juegos en desarrollo, dar feedback a los estudios y, por supuesto, ampliar nuestra lista de deseados hasta niveles preocupantes.
Más que un simple evento promocional, Steam Next Fest se ha convertido en un escaparate vital para la escena independiente. Aquí es donde pequeños estudios pueden mostrar sus proyectos a una audiencia global, y donde los jugadores pueden descubrir propuestas creativas que se alejan de las fórmulas establecidas. En otras palabras: si te gustan los juegos que arriesgan, este es tu terreno de juego.
Aprovechar esta semana de demos gratuitas es casi un deber moral para cualquier jugador curioso. Y como elegir entre tantas opciones puede ser tan abrumador como tu backlog de juegos pendientes, una buena curaduría siempre se agradece. La misión de muchos (y una excusa válida para jugar durante horas) es detectar esas futuras joyas de 2025 que podrían convertirse en el próximo Hades, Celeste o Dave the Diver.
Herdling

Una pequeña joya indie ha capturado la atención de los jugadores más sensibles y exploradores: Herdling. Este encantador título parece haber nacido de un cruce entre The Last Guardian y Journey, combinando estética contemplativa, conexión emocional con criaturas fantásticas y un diseño centrado en la fluidez del movimiento.
En Herdling, el objetivo no es combatir, sino guiar con delicadeza. El jugador asume el papel de un silencioso pastor de ciudad que debe reunir a un grupo de adorables calicorns —criaturas con cuernos de caracol y ojos de querer abrazarlas— y ayudarlos a escapar de las calles urbanas hacia su verdadero hogar: las montañas.
Aunque el juego mantiene un ritmo constante hacia adelante, incorpora ligeros elementos de puzles que añaden variedad a la experiencia. Ya sea empujando bloques o navegando estructuras, estas pausas ofrecen momentos de reflexión antes de liberar de nuevo a la manada y lanzarse campo a través. Y es allí, en los espacios abiertos, donde Herdling realmente brilla: bastará con alzar tu bastón para dar impulso a tus compañeros y dejarte llevar por una banda sonora que acompaña emocionalmente cada paso. La demo disponible durante el Next Fest permite jugar la secuencia inicial del título, y ofrece un buen vistazo a su sensibilidad mecánica y estética. Desde ya, es uno de esos juegos que no gritan por atención, pero susurran con fuerza.
OFF

Recomendarnos OFF en pleno 2025 suena tan anacrónico como instalar un parche en disquete. Pero esta no es la versión original de 2008: se trata de un remake completo y fielmente remasterizado de uno de los RPGs más extraños, fascinantes y fundamentales de la escena indie. Y hay una razón de peso para prestarle atención ahora: Toby Fox, creador de Undertale, ha colaborado directamente en esta nueva versión.
Desarrollado originalmente por Mortis Ghost, OFF es una experiencia única. En ella tomamos el control de The Batter, un personaje enigmático cuya misión es «purificar» el mundo. Traducido: viajar por diferentes Zonas y eliminar criaturas espectrales a golpe de bate. Sin embargo, bajo esta premisa aparentemente sencilla se esconde un universo surrealista que desafía constantemente la lógica, la narrativa tradicional y tus propias expectativas como jugador.
Este remake no solo actualiza el apartado visual y técnico —respetando su atmósfera inquietante y minimalista—, sino que también cuenta con contenido adicional y ajustes que lo hacen más accesible sin perder su esencia. La demo disponible en Steam Next Fest incluye toda la Zona 1, suficiente para que nuevos jugadores comprendan por qué este título se convirtió en una obra de culto, y para que los veteranos revivan su extrañeza con una nueva capa de barniz. La implicación de Toby Fox no es menor: más allá de su inspiración declarada en OFF para crear Undertale, su participación en esta edición remasterizada cierra un círculo casi poético dentro del RPG experimental moderno.
Baby Steps

Bennet Foddy, el cerebro detrás del célebre y cruelmente adictivo Getting Over It, vuelve a la carga con Baby Steps, una aventura de física tan hilarante como humillante que te hará replantearte algo tan simple como caminar.
En esta nueva entrega del sufrimiento voluntario, encarnamos a Nate, un adulto en gloriosa decadencia que es transportado a un mundo de colinas fangosas y paisajes resbaladizos, donde redescubrir el noble arte de mover una pierna tras otra es el primer gran reto. El segundo, por supuesto, es no caer de cara… aunque eso no suele salir tan bien.
Baby Steps no es simplemente Getting Over It en 3D, pero las comparaciones son inevitables. Cada paso mal dado, cada torpe resbalón y cada colisión contra la gravedad trae a la mente las inolvidables (y desesperantes) sesiones del juego anterior. La diferencia aquí es que, en lugar de una olla y un martillo, tenemos piernas. Piernas que no saben caminar. La clave está en su propuesta: este es uno de esos juegos donde avanzar cinco metros se siente como conquistar el Everest, solo para perder media hora de progreso con una caída de película. Pero en esa agonía está también el placer: Baby Steps convierte lo mundano en una odisea ridículamente entretenida, una mezcla perfecta entre castigo y carcajada.
Hell is Us

A veces, lo más inquietante de un videojuego no son sus monstruos, sino la forma en que decide ignorar todas las convenciones modernas. Hell is Us, el nuevo proyecto de Rogue Factor, hace exactamente eso: tira por la ventana los mapas llenos de iconos, los tutoriales masticados y los marcadores de misión, y te suelta en un conflicto civil de los años 90, con criaturas de otro plano dimensional como telón de fondo.
La demo no revela mucho sobre las prometidas “secretos repartidos entre múltiples mapas”, pero lo que sí deja claro es que Hell is Us no está interesado en llevarte de la mano. Ambientado en un país ficticio que ha cerrado sus fronteras, y en el que la guerra interna se entrelaza con fenómenos sobrenaturales, el juego destaca por su atmósfera cruda y misteriosa.
El combate tiene ecos de los soulslike, aunque sin llegar al nivel de sadismo de un FromSoftware clásico. Hay ritmo, hay peso, y cada golpe cuenta. Pero donde realmente destaca es en su sistema de exploración: aquí no hay flechitas ni objetivos flotantes. Solo tú, un misterioso compás que sirve como guía rudimentaria, y la inquietante necesidad de explorar sin instrucciones. En un medio donde los mapas parecen árboles de Navidad y el diseño muchas veces subestima al jugador, Hell is Us apuesta por despertar tu instinto aventurero. Y lo mejor es que, por una vez, no necesitas desactivar el HUD para sentirte perdido: el juego ya lo hizo por ti.
Eriksholm: The Stolen Dreams

Después de meses de expectativas silenciosas y algo de acecho digital propio (coherente con su género), Eriksholm: The Stolen Dream ha mostrado finalmente sus cartas durante el Steam Next Fest. Lo nuevo de River End Games —un estudio compuesto por veteranos de Mirror’s Edge y Battlefield— no es, por fortuna, ni un juego de parkour ni un shooter multijugador. Y eso es exactamente lo que lo hace tan interesante.
Ambientado en la ciudad ficticia de Eriksholm a comienzos del siglo XX, el juego combina estética de época, narrativa centrada en personajes y una jugabilidad de sigilo que no hace concesiones. La demo, centrada en Hanna, una joven huérfana en busca de su hermano, Herman, arranca con una cinemática elegante que da paso a una intensa huida en la que cada paso debe ser calculado con precisión.
El control es sencillo pero engañosamente profundo: clic para moverse, WASD para la cámara, y rotación con Q y E. Pero el verdadero reto está en leer los patrones enemigos, entender el terreno —algunos suelos hacen más ruido que una silla en clase de matemáticas— y usar el entorno a tu favor. A diferencia de muchos títulos del género que optan por la oscuridad y la penumbra, Eriksholm luce una ciudad luminosa, con una dirección artística que contrasta maravillosamente con la tensión constante de la infiltración. La propuesta resulta refrescante: un juego de sigilo que no solo desafía tus reflejos, sino también tu capacidad de observación, con una ambientación poco explorada y un enfoque claramente autoral.
Ninja Gaiden: Ragebound

Con Ninja Gaiden 4 previsto para este mismo año, la espera puede hacerse eterna para los fans del ninja más icónico del medio. Pero The Game Kitchen —estudio detrás del aclamado Blasphemous— tiene un antídoto: Ninja Gaiden: Ragebound, una entrega paralela en formato retro que rinde homenaje al legado de la saga con estilo propio y mucha, mucha katana.
En esta nueva propuesta de desplazamiento lateral, tomamos el control de Kenji Mozu, un joven aprendiz con apellido de ave rapaz y maestro de lujo: nada menos que Ryu Hayabusa. Desde el primer frame, Ragebound brilla con su pixel art meticuloso y una banda sonora que parece salida de un templo ninja ochentero. Pero no se trata solo de nostalgia: el juego logra modernizar la fórmula con mecánicas precisas y exigentes, que hacen honor a la reputación de la franquicia.
Uno de los movimientos estrella, el Guillotine Jump, permite rebotar sobre proyectiles enemigos —una acrobacia tan útil como satisfactoria—, mientras que la acción con espada premia una agresividad calculada. La combinación de combate veloz, plataformas exigentes y una curva de dificultad que va de “amigable” a “sudor frío” promete mantenerte alerta en todo momento. Aunque la demo del Steam Next Fest no suelta todo su arsenal, deja claro que Ragebound no es un simple aperitivo: es una carta de amor a los juegos de acción de la vieja escuela, creada por un estudio que sabe exactamente cómo mezclar reverencia con innovación.
Davy x Jones

Uno pensaría que el trono del “mejor pirata maldito de los videojuegos” estaría firmemente en manos de algún viejo conocido, pero llega Davy X Jones y, con su calavera flotante y su cuerpo sin cabeza, amenaza con hacerse un hueco… y un abordaje.
Durante Steam Next Fest, este alocado FPS de espadas, pólvora y venganza ultraterrenal se dejó probar con una demo de unos 40 minutos, lo justo para enamorarse un poco y preocuparse un tanto más. Desarrollado por Parasight (The Tale of Bistun), Davy X Jones pone a los jugadores en la piel —bueno, más bien el esqueleto— del legendario pirata Davy Jones, traicionado por sus compañeros corsarios y decapitado por el mismísimo Barbanegra (Edward Teach, para los fans de la historia).
Pero el giro viene cuando su cabeza es hallada por su propio cuerpo, que no ha dejado de vagar repitiendo “Davy…” como un Pokémon con complejo de revenant. Esta dupla disfuncional (y cómicamente encantadora) se lanza a un viaje de venganza con una narrativa que mezcla humor negro, acción de ultratumba y diálogos bastante bien interpretados. A nivel visual, el juego tiene una identidad fuerte, con un estilo artístico que recuerda a un Dishonored más caricaturesco. Sin embargo, el combate —una mezcla de espadazos y tiroteos en primera persona— todavía necesita trabajo. La física se siente algo «flotante», como si aún estuviéramos en alta mar incluso sobre tierra firme, y el rendimiento deja ver que este barco aún está en fase de construcción.

¿Y si en lugar de vivir la acción al estilo Avengers te tocara ser el operador del 911… para supervillanos? Esa es la premisa de Dispatch, un peculiar y prometedor título narrativo desarrollado por antiguos miembros de Telltale Games, que quiere devolverle la chispa al género con una dosis de estrategia, humor y mucha burocracia superhumana.
Dispatch es básicamente una comedia laboral interactiva ambientada en un mundo de superhéroes de segunda categoría. Pero aquí no manejas al héroe musculoso que salva la ciudad, sino al pobre alma que tiene que decidir qué misfit redimido enviar a apagar un incendio, rescatar un gato o mediar en una pelea vecinal. Todo esto mientras intentas no destruir la ciudad… otra vez.
La gracia está en cómo combinas las habilidades y personalidades de tus villanos en rehabilitación, cada uno más torpe, excéntrico o emocionalmente inestable que el anterior. El sistema de juego, aunque narrativo al estilo Telltale, introduce mecánicas de gestión y toma de decisiones que afectan directamente la reputación y el bienestar de tu ciudad. Piensa en XCOM pero con más sarcasmo, menos alienígenas y mucho drama interpersonal.
Tengo algunos más como Jump Ship de los creadores de Minecraft que apunta maneras como un buen multiplayer mezclando Sea of Thieves con naves espaciales, o el The Trolley Solution que es un titulo que va sobre el dilema del tranvia muy loco. Pero como siempre digo no me da la vida para jugar tanta demo.