Mark Rubin, veterano productor conocido por su trabajo en la saga Call of Duty y figura clave detrás del fallido XDefiant, ha anunciado su retirada de la industria del videojuego. La noticia llega tras el cierre definitivo de los servidores del shooter PvP de Ubisoft, que el pasado 3 de junio dejó de estar disponible de forma permanente, poniendo fin a un proyecto que aspiraba alto, pero se estrelló contra una combinación de errores técnicos, falta de soporte y decisiones corporativas.
Lanzado en mayo de 2024 tras múltiples retrasos y tres años de desarrollo, XDefiant nació con la clara intención de convertirse en una alternativa directa a Call of Duty. Y al principio, lo parecía: alcanzó los cinco millones de jugadores más rápido que cualquier otro título de Ubisoft, y cerró su breve pero intensa vida con más de 15 millones de usuarios registrados. Sin embargo, los números iniciales no fueron suficientes. La retención a medio y largo plazo nunca cumplió las expectativas, y el interés se diluyó tan rápido como había llegado.
En diciembre de 2024, Ubisoft anunció la retirada del juego de las tiendas digitales y el cierre de dos estudios responsables del proyecto (Ubisoft San Francisco y Ubisoft Osaka) lo que supuso el despido de cerca de 300 trabajadores. Un golpe duro que marcó el principio del fin.
Rubin, quien fue la cara visible del juego y firmó gran parte de las comunicaciones con la comunidad, compartió su reflexión final en redes sociales. Allí expresó su frustración por la falta de inversión en marketing tras el lanzamiento del título, un punto que considera clave en el declive de XDefiant. También reconoció los problemas persistentes del netcode, que achacó a la “deuda técnica” de un motor interno “no diseñado para lo que estábamos haciendo”.
A pesar del contexto adverso, Rubin dedicó palabras de admiración al equipo que trabajó en XDefiant, destacando su esfuerzo y el diseño de los mapas, uno de los elementos más elogiados del juego. Lamentó no haber podido implementar varias funcionalidades que estaban previstas para futuras actualizaciones, pero se mostró agradecido por haber trabajado con un grupo de profesionales que, según sus palabras, “lo dieron todo en contra de las circunstancias”.
Finalmente, y de forma contundente, Rubin confirmó que abandona la industria: “He decidido dejar el mundo del desarrollo de videojuegos para pasar más tiempo con mi familia”, escribió. No tiene planes de crear nuevos juegos, aunque espera que otros tomen el relevo para “desarrollar juegos que respeten a los jugadores, los escuchen y se preocupen realmente por ellos”.