En esta historia tomamos el control de Hanna, una joven decidida a descubrir qué ha pasado con su hermano desaparecido, Herman. Pero el misterio no se resolverá sola: el jugador podrá alternar entre tres personajes distintos, cada uno con habilidades únicas que permiten acceder a diferentes zonas de la ciudad de Eriksholm. El diseño de niveles y las dinámicas de grupo sugieren un enfoque estratégico donde la cooperación silenciosa será más útil que cualquier enfrentamiento directo.
La ciudad, cuidadosamente diseñada, no es solo un escenario, sino un personaje más en esta historia de opresión, secretos y resistencia. Los jugadores deberán aprender a moverse sin ser vistos, aprovechando los entornos para evitar a los guardias que patrullan constantemente. No basta con esconderse en la sombra: se trata de leer los patrones, anticiparse y actuar con precisión quirúrgica.
El tono narrativo parece apuntar a una historia madura, con temas políticos y personales entrelazados. Eriksholm: The Stolen Dream no se limita a ofrecer tensión táctica; también propone una reflexión sobre la libertad, la pérdida y el precio de enfrentarse a un sistema que lo controla todo.
Nordcurrent Labs ha confirmado el lanzamiento de Eriksholm: The Stolen Dream, un título de estrategia y sigilo desarrollado por el estudio sueco River End Games. El juego estará disponible el próximo 15 de julio en PC, PlayStation 5 y Xbox Series X/S, y promete una experiencia narrativa ambientada en una Escandinavia sombría a comienzos del siglo XX, donde el sigilo no es solo una mecánica, sino una cuestión de supervivencia.
En esta historia tomamos el control de Hanna, una joven decidida a descubrir qué ha pasado con su hermano desaparecido, Herman. Pero el misterio no se resolverá sola: el jugador podrá alternar entre tres personajes distintos, cada uno con habilidades únicas que permiten acceder a diferentes zonas de la ciudad de Eriksholm. El diseño de niveles y las dinámicas de grupo sugieren un enfoque estratégico donde la cooperación silenciosa será más útil que cualquier enfrentamiento directo.
La ciudad, cuidadosamente diseñada, no es solo un escenario, sino un personaje más en esta historia de opresión, secretos y resistencia. Los jugadores deberán aprender a moverse sin ser vistos, aprovechando los entornos para evitar a los guardias que patrullan constantemente. No basta con esconderse en la sombra: se trata de leer los patrones, anticiparse y actuar con precisión quirúrgica.
El tono narrativo parece apuntar a una historia madura, con temas políticos y personales entrelazados. Eriksholm: The Stolen Dream no se limita a ofrecer tensión táctica; también propone una reflexión sobre la libertad, la pérdida y el precio de enfrentarse a un sistema que lo controla todo.