En el año 2014 la comisión de consumidores de Australia por engañar con su política de devoluciones. La comisión sostiene que cambiar juegos defectuosos debería ser igual de fácil que en una tienda física.

La defensa de Valve se basaba en que ellos no vendían “Bienes”, cosa que el juez encargado dictaminó lo contrario y por tanto estaban protegidos por la legislación del país.

La compañía hizo una apelación el pasado Diciembre de la cual hemos podido conocer su veredicto: niega la posibilidad de apelar y multa a la compañía con 3 millones de dólares. La Comisión de Consumidores de Australia considera que este caso sienta un precedente importante: haciendo que todos los productos digitales vendidos en Australia deban cumplir su legislación vigente.