De esto que repasas noticias atrasadas por culpa de las navidades, y te das cuenta de que una pasa inadvertida. No por ser sobre un juego que parece regulero, que lo es. Más bien por que no se entiende la gracia, hasta que no ves el video que tienes acompañando a esta noticia de la mano, como si fuera tu novia viendo la última de The Ring. Y es que este Tattletail indaga en la subcultura de los Hatchimal, Furbys y demás acompañantes robotizados. El juego saca a relucir una fobia que todos en algún momento dado hemos tenido al sostener a uno de estos pequeños y peludos acompañantes: Me mira como si fuera a pegarme. 

Con una premisa simple, nos colocamos en la piel de un aventurero, que a un par de dias de navidad, no puede aguantar las ansias y a se aventura en el sótano de su casa para abrir los regalos. Lo que encuentra es un Tattletaildoll peludo y simpático como el queria.  El lado malo es que tu Tattletail no vino solo. En algún lugar de la casa se encuentra la Mama Tattletail, un reproductor de casetes de estilo Ruxpin Teddy vacío de tamaño más grande que puede girar su cabeza como el niño de El Exorcista. Ha sido prohibido de las tiendas por razones que pronto descubrirás. Mamá Tattletail no siempre puede ver a sus hijos, pero con esos oídos de murciélago de felpa puede oírlos. Noche tras noche, debes atender a tu Tattletail, alimentarlo, recargarlo, prepararlo, jugar con él y mantenerlo en la luz para que no se asuste, no quieres que se ponga a aullar y aullar, atrayendo la atención de mamá, que no esta de humor. Con esta premisa el juego es exactamente lo mismo que la vida real, tenemos que dar con la combinación exacta de mimos, comida y cuidados a nuestro peludo muñeco para que se este el mayor tiempo posible callado. El juego está disponible en Steam a un precio de unos 4,99€, por si tenéis nostalgia o queréis amargarle el dia a un colega.