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Island Jam en el segundo dia

Sábado sabadete, prototipo acabadete

Por fin llegó el sábado y con el característico sonido de los teclados rezumando en el Cowork B del Infecar de Las Palmas de Gran Canarias. Un sonido que a nosotros particularmente a nosotros nos encanta, nos enamora y no podemos resistir sus encantos. La verdad es que los participantes, para ser el primer día de fuego real, tenían una cara de bastante tranquilidad. En parte puede ser por que la temática, al tenerla desde la tarde del viernes, le ha dejado la ventana de tiempo necesaria para desarrollar la idea. O por que puede que al estar fuera del circulo de la Ludum Dare, y jugar en casa con la Island Jam, los nervios estén más tranquilos. Fuera como fuese, el sábado por la mañana la verdad es que trae muchas sorpresas.

El momento especial de empezar a trabajar en las pizarras por lo menos no ha pasado. Y lo cierto es que lo agradecemos bastante por que nos dejan ver un poco como será el prototipo en el que trabajarán durante las próximas horas del fin de semana. Lo que sí ha sido una verdadera sorpresa es lo bien que están funcionando los grupos. Con un gran porcentaje de asistentes acudiendo por primera vez a una Game Jam, resulta cuanto menos curioso, el ver cómo estos grupos formados por la organización funcionan tan bien. Recordad que hablamos de personas, que sin conocerse, tienen que pasar un fin de semana desarrollando un juego en un espacio cerrado. Todo esto durante el mes de agosto que bien podrían estar en la playa. Pero va ser que no.

La mañana dejaba los primeros esbozos de los prototipos casi funcionando, pero en la parada de la hora de comer (Si, aquí se come y se come muy muy bien) los grupos se ven que se crecieron un poco, y algunos de los catorce decidió reiniciar parcialmente su juego para darle un enfoque más atractivo. Veremos cómo les queda este movimiento tan drástico y si les dará tiempo de presentarlo el domingo con los demás grupos de desarrollo.

De los prototipos que durante la tarde del sábado nos dejaron ver, podemos adelantar que la cosa pinta bastante interesante. Recordamos que como es lógico, estos catorce grupos de desarrollo están trabajando como locos, y aunque las mañanas son un poco más distendidas, las tardes son de pura concentración. Sobre todo la del sábado. Por eso no podemos probar todos los juegos, ni están todos para probar, pero si que nos han dejado tocar algunos.

Uno que me llamó especialmente la atención y cuadro con una de las ideas que comentamos durante el directo de la mañana es el que copia un capítulo de Doctor Who. La idea de los ángeles llorosos cuadra perfectamente con la temática de la Island Jam, y funciona a la perfección en el prototipo de este grupo de trabajo. Otro de los juegos que probamos jugaba con la pausa, a modo de transformación entre el hielo y el fuego. Con estos cambios teníamos que ir derrotando enemigos que nos caían en la pantalla, cambiado a cada elemento adecuandolo a nuestros enemigos. Y no puede faltar el toque divertido, y ese es el que por el momento llamamos de manera cariñosa “public official sim” en el que tenemos que teclear como si no existiera un mañana, para que llenemos una barra de trabajo. En el momento que nuestro oficinista se estresa, tenemos que cantarle al portátil. Obviamente para esto, el grupo de desarrollo a tiendo que adaptar el juego a los micrófonos del ordenador. Esta combinación loca nos gusta tanto que nos vuelve locos y tenemos muchas ganas de verlo terminado.

De reojo podemos ver también cosas muy interesante, en un estado muy avanzado a última hora de la tarde como algo que parecía una manada de lobos pero al estilo Okami. Algo que nos va exigir que practiquemos la memoria a corto plazo para sortear las pantallas, a base de palabras sueltas por el escenario. Una especie de Sims espacial muy loco o un juego en el que una IA nos dejará fritos si no pensamos rápido y con claridad.

Por el momento esto es todo lo que ha dado de sí un sábado realmente interesante. Por qué es el primer día de desarrollo de la Island Jam, y el ambiente, aparte de oler a nuevo, se nota que estamos haciendo algo especial.